Iván Cepeda gana la consulta del Pacto Histórico en Colombia.
Por Juan Fran Torres.
Santiago de Chile, 26 de Octubre. El histórico dirigente de izquierda y defensor de los derechos humanos se impuso con amplia mayoría en la consulta popular del Pacto Histórico y asume el desafío de liderar la continuidad del cambio político en Colombia frente a la ofensiva conservadora.
La izquierda colombiana vive un momento decisivo. Este domingo se realizó la consulta popular del Pacto Histórico, donde miles de colombianos y colombianas participaron de un ejercicio democrático para definir al próximo candidato presidencial del campo popular y progresista. Con casi el 60% que representa 730 mil votos, el senador Iván Cepeda Castro se impuso por amplio margen sobre su compañera Carolina Corcho y se convirtió en el abanderado presidencial de la coalición que hoy gobierna junto al presidente Gustavo Petro Urrego.

La victoria de Cepeda no solo es el resultado de una campaña interna, sino la expresión de un acumulado histórico de luchas sociales, éticas y democráticas. Durante décadas, Iván Cepeda ha enfrentado sin titubeos a los poderes fácticos que han dominado Colombia: sectores del narcotráfico ligados al Estado, estructuras paramilitares, grandes grupos económicos y aparatos mediáticos aliados a la derecha. Su carrera política está marcada por la coherencia y la consecuencia, atributos poco frecuentes en la política tradicional colombiana.
Su trayectoria está profundamente vinculada a la defensa de la verdad y la justicia. Tras más de diez años de investigación judicial y denuncia pública, Cepeda jugó un rol determinante para que se comprobara la responsabilidad del expresidente Álvaro Uribe Vélez en la promoción de estructuras paramilitares y en múltiples actos criminales, sobornos y fraudes durante su gobierno. Su perseverancia permitió abrir un proceso judicial sin precedentes, la primera vez en la historia que un expresidente colombiano enfrenta la justicia y prisión por delitos vinculados al terrorismo de Estado.
Para Cepeda, esta lucha no es abstracta ni lejana: ha sido parte de su vida. Su padre, el senador Manuel Cepeda Vargas, fue asesinado en 1994 por acción conjunta entre paramilitares y agentes estatales, en el marco del genocidio político contra la Unión Patriótica. Lejos de doblegarse, Iván transformó ese dolor en una causa colectiva, defendiendo la memoria de las víctimas y enfrentando la impunidad como una obligación ética y política. “No habrá paz completa en Colombia mientras reine la impunidad de los poderosos”, ha señalado en reiteradas ocasiones.

Su triunfo en la consulta del Pacto Histórico representa la apuesta del pueblo colombiano por profundizar el proyecto de cambio iniciado por Gustavo Petro en 2022. En un escenario de intensa disputa política contra la derecha y sectores oligárquicos que buscan restaurar el viejo régimen, Cepeda ha planteado con claridad que es necesario defender y ampliar las reformas de justicia social, democracia y soberanía nacional. La educación pública, la justicia ambiental, la reforma agraria y la paz total seguirán siendo pilares estratégicos de este proceso transformador.
El desafío no será sencillo. La derecha colombiana ya ha demostrado que está dispuesta a usar todos los mecanismos judiciales, mediáticos y económicos para frenar cualquier avance democrático. Pero la candidatura de Iván Cepeda emerge como símbolo de resistencia política y esperanza popular. No es un liderazgo improvisado: es la continuidad de una lucha histórica por una Colombia justa, igualitaria y en paz.