Activistas saharauis que no se llaman Edmundo.
Activistas saharauis que no se llaman Edmundo
No podemos olvidar que la capital del Sáhara no es Caracas, que el Sáhara no tiene bajo su suelo las mayores reservas de petróleo del mundo y que, a diferencia de Venezuela, Marruecos no es una dictadura
Editorial
24/09/24
Venezuela es una terrible dictadura, aunque haya elecciones y la oposición gobierne tres estados y más de 100 municipios. Por eso, el gobierno más progresista de esta parte del mundo no ha tenido más remedio que conceder de forma exprés el asilo en España a Edmundo González, a quien el propio Pedro Sánchez denominó como “héroe” unas horas antes de conocerse la noticia. Es verdad que, cuando llegue el momento, Edmundo y los suyos harán campaña por Ayuso y por VOX, y también es cierto que el que ha sido reconocido por el Congreso de los Diputados como presidente electo de Venezuela —a pesar de que las actas que publicó su partido en Internet han demostrado ser falsas— fue acusado en los años 80 de participar en El Salvador en la ‘operación Cóndor’, con la que la CIA ayudaba a varias dictaduras títere de América Latina a “desaparecer” y asesinar a la disidencia política. Pero ahora es un héroe y un luchador por la democracia y cualquiera que diga lo contrario es cómplice de Nicolás Maduro, como Zapatero, los chavistas de Podemos o Repsol, que cada trimestre que pasa compra más petróleo a Venezuela.
Marruecos, sin embargo, es un aliado estratégico y un país que está haciendo importantes esfuerzos para aumentar su calidad democrática. Es verdad que el rey Mohamed VI no ha sido votado por nadie, ha recibido la jefatura del Estado por la vía hereditaria, acumula poderes políticos equivalentes a los de un presidente del Gobierno en España, dirige los ministerios de Exteriores, Defensa, Interior y Asuntos Religiosos y es bien conocida su dinámica de represión y torturas contra la disidencia política interna. Es posible incluso que nuestro aliado Mohamed haya sido quien espió —utilizando el malware israelí Pegasus— los teléfonos móviles de Pedro Sánchez, Margarita Robles, Fernando Grande-Marlaska y Luis Planas (que fue embajador en Marruecos por pura casualidad). Pero no podemos olvidar que la policía marroquí es la que decide —graduando la violencia y los palos— cuánta gente intenta entrar en Ceuta o en Melilla, saltando la valla o nadando, y también hay que tener en cuenta que a veces dejan a nuestros pescadores faenar en sus caladeros. Por eso, el gobierno más progresista de la Unión Europea y quizás del hemisferio norte no ha tenido más remedio que entregar decenas de millones de euros a Marruecos para que siga haciendo desistir a base de golpes a las personas que el presidente indicó que habría que expulsar si entrasen ilegalmente en España. Por eso también, y a pesar del tenebroso futuro que les espera al ser devueltos a Marruecos, el gobierno de PSOE y Sumar ha rechazado conceder el asilo a 30 activistas saharauis —incluyendo un enfermo de cáncer y una madre con una niña de año y medio— que están en estos momentos retenidos en el aeropuerto de Barajas. Como Marruecos no puede ser denominado en ningún caso como ‘dictadura’, Marlaska ha decidido en las últimas horas deportar a 10 de ellos para entregarlos a Mohamed VI (que no se presenta a las elecciones, pero no es un dictador).
A pesar del tenebroso futuro que les espera al ser devueltos a Marruecos, el gobierno de PSOE y Sumar ha rechazado conceder el asilo a 30 activistas saharauis
Ante esta situación, el portavoz de Sumar Ernest Urtasun declaró lo siguiente: “Nuestra posición sobre la cuestión del Sáhara es conocida. Sobre la cuestión concreta que usted menciona, lo estamos siguiendo de cerca y miraremos a ver qué respuesta se puede dar.” Cómo se puede ver, el respeto al aliado estratégico marroquí es máximo, como corresponde a una persona que viene de la carrera diplomática y que además entiende la geopolítica. Es verdad que hay 30 personas encerradas en una habitación llena de chinches a las cuales el gobierno más progresista del mundo occidental quiere deportar al país del que escaparon huyendo de la represión y la violencia, pero tampoco nos podemos poner pejigueros con estas cosas.
Lo que no se puede hacer en ningún caso es decir las cosas que dijo la diputada y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, cuando le impidieron ayer el acceso a la sala donde están recluidos los activistas saharauis. “Me parece una vulneración gravísima de derechos humanos la que se está cometiendo aquí, y además es una gravísima vulneración democrática que se impida a una representante de la soberanía popular, una diputada elegida por la gente, impedirnos como se nos está impidiendo por parte del PSOE ejercer nuestra función de control al Gobierno. El control al Gobierno no es pasearse por una moqueta los miércoles por la mañana, sino estar allí donde se está cometiendo una vulneración de derechos (…). Fue un Gobierno del PP quien en su día también me impidió la entrada en esta misma sala. Es decir, la política migratoria y que impide el ejercicio de sus funciones a los y las diputadas es la misma por parte del PP y del PSOE”, dijo Belarra a los medios de comunicación en el aeropuerto, como si los activistas encerrados se llamasen Edmundo y fueran héroes y luchadores por la libertad en una dictadura caribeña, cosa que evidentemente no es el caso.
Es verdad que el Sáhara Occidental fue colonia española, es verdad que tenemos una responsabilidad histórica como potencia colonial, es también verdad que Marruecos es un ocupante ilegal y un invasor en dicho territorio según todos los parámetros internacionales y también es cierto que la represión del gobierno de Mohamed VI contra los saharauis es absolutamente brutal. Pero no podemos olvidar que la capital del Sáhara no es Caracas, que el Sáhara no tiene bajo su suelo las mayores reservas de petróleo del mundo y que, a diferencia de Venezuela, Marruecos no es una dictadura. Estos son los sensatos elementos que hay detrás de la actuación del gobierno más progresista desde que tenemos memoria y cualquiera que compare una cosa con otra está jugando a distraer.
Ah, y no te olvides de votar al PSOE para que no gobierne la derecha, que vete a saber lo que podría hacer esa gente en política exterior.
Fuente: Diario Red, España
Infosurglobal
24 de septiembre 2024