EEUU y América Latina, a confesión de parte…
Arturo Alejandro Muñoz
No se trata de algo novedoso, ni de un golpe periodístico…nada nuevo bajo el sol, pero esta vez se agradece que los ‘halcones’ de Washington y del Pentágono actúen de frente y a rostro descubierto. De ese modo, ninguno de los defensores y ayudistas con que cuenta el gobierno de EEUU en América Latina podrá aducir que las críticas -al quehacer imperialista estadounidense en nuestro subcontinente-, proceden de personas ideologizadas por un anticapitalismo feroz.
Desde hace meses algunas naciones latinoamericanas han recibido la visita de doña Laura Richardson, general de ejército y comandante en jefe del Comando Sur de Estados Unidos. Ella es la principal autoridad militar que esa nación destina a Latinoamérica (para “preservar la democracia” en estos rumbos, dicen por allá).
Pero, en estricta realidad, doña Laura nos visita para recordarnos que sigue con plena y tal vez mayor vigencia aquella vieja frase explicitada por el presidente James Monroe, el día dos de diciembre del año 1823, ante el Congreso norteamericano.
Ahí nació la nefasta doctrina Monroe: “América para los americanos”, entendiendo que Monroe, al decir “americanos” se estaba refiriendo a ellos mismos, dejando en la penumbra la independencia de muchas naciones del continente, las cuales eran visualizadas como pertenecientes al país de Lincoln y Jefferson (no por nada, los yanquis se llaman a sí mismos “americanos”, y en Europa, al mencionar “América” la referencia es apuntada directamente a EEUU).
Recordar que ese imperio tiene más de 50 bases militares en Latinoamérica, v.g.: 12 bases militares en Panamá, otras 12 en Puerto Rico, 9 en Colombia, 8 en Perú, 3 en Honduras, dos en Brasil, además de bases en Aruba, Costa Rica, El Salvador; y podríamos agregar otras bases militares con vestimentas de diplomacia solidaria, como es el caso de Chile (‘Fuerte Aguayo’, Concón), y próximamente Argentina, ya que el presidente Javier Milei dio el visto bueno a Washington para instalar en el sur de ese país una base militar sin caretas ni engañifas estilo ‘guerra fría’.
En un evento del Atlantic Council, un think tank con estrechos lazos con la OTAN, doña Laura mencionó un listado de razones que tiene su país para posar los ojos en el resto del continente. Vea usted algunas de ellas:
“Todos los aspectos destacados (de Latam) derivan de los ricos recursos y elementos de tierras raras”.
“Destaco en primer lugar el triángulo del litio, zona estratégica que comparten Chile, Bolivia y Argentina. El 60% del litio del mundo se encuentra en ese triángulo, y ese elemento es necesario hoy día para la tecnología”.
“En América latina está la concentración de las reservas de petróleo más grandes, incluidas las de crudo ligero y dulce descubierto frente a Guyana hace más de un año. Están los recursos de Venezuela también, con petróleo, cobre, oro”.
“El Amazonas resulta ser ‘los pulmones del mundo”.
“Tenemos el 31% del agua dulce en esta región”.
“Hay (en Latam) mucha actividad delictiva, maligna, que se aprovecha de los países cuyas economías se han visto gravemente afectadas por el Covid”.
“No sólo trafican con drogas, sino también personas. También la minería ilegal, la pesca ilegal que también es un problema en esta zona del mundo. Así que tenemos que trabajar juntos en todas estas actividades ilegales para expulsar eso y no permitir que esa actividad criminal pueda tener lugar”.
“Las organizaciones criminales transnacionales crean inestabilidad e inseguridad en los países. Y las redes criminales toman el control”.
Pocos días después de conocerse públicamente esta entrevista de Laura Richardson, un miembro de la Cámara de Representantes del Congreso de EEUU, Carlos Giménez, escribió en sus cuentas de X (extwitter): “Thank you General Laura Richardson @Southcom for your dedication to protecting our nation” (gracias general Laura Richardson @Southcom por su dedicación a la protección de nuestra nación).
A confesión de parte, relevo de pruebas.