NARCOS Y MARIHUANA

Arturo Alejandro Muñoz
¿Qué, quién y cómo es un “narco”? Según la Real Academia Española (RAE), ‘narco’ significa “droga”… y no entrega más detalles ni características.
Muy en el aire queda esa respuesta, pues, bien sabemos que al intentar definir el concepto siempre nos toparemos con unos variopintos tipos de ‘narcos’. Desde los grandes (los ‘enormes’ ya no son personas individuales, sino empresas con todos los perfiles de una gran industria), hasta los más flaites y débiles, que trafican la droga en poblaciones, esquinas céntricas durante la noche y cerca de la salida de liceos, colegios y universidades.
A lo anterior hay que agregar como consideración importante para cualquier análisis del tema, el tipo y calidad de droga que un ‘narco’ puede estar vendiendo o consumiendo. Es que, hay drogas y ‘drogas’…vea usted amable lector lo siguiente: la marihuana (cannabis sativa) es una droga, digamos, de ‘bajo efecto, pero de alto consumo’. ¿Realmente es una droga de alta peligrosidad, o tiene otras características que la hacen plausible de ser comercializada con fines benéficos?
Además, bueno es saberlo, la cannabis viene siendo consumida en Chile desde los años de la Colonia, ya que campesinos de los sectores hoy día cercanos a San Felipe, Los Andes, Putaendo, etc., que trabajaban produciendo cáñamo, también acostumbraban a liar cigarrillos con sus hojas picadas muy finas. ¿Podemos calificar como ‘narcos’ a esos campesinos?
Cáñamo y marihuana son primos botánicos con destinos muy distintos. Uno (la marihuana) busca alterar el estado mental; el otro (el cáñamo) busca construir un futuro más sostenible, saludable y resiliente. Entender sus diferencias es el primer paso para impulsar una nueva era de desarrollo económico circular y bajo en carbono.
Durante siglos, el cáñamo ha estado estrechamente relacionado con la historia humana, satisfaciendo una gran variedad de necesidades. La fibra, las semillas, las flores y los tallos del cáñamo han desempeñado un papel importante en acontecimientos históricos en todo el mundo. Colón, por ejemplo, nunca hubiera podido llegar a América sin las resistentes cuerdas y velas de cáñamo que sostenían el velamen de las carabelas. Y a lo largo de la historia, la educación en China fue fomentada por el uso de papel de cáñamo barato para difundir información.
A pesar de compartir una raíz botánica común, el cáñamo y la marihuana son plantas muy distintas tanto en su composición química como en sus aplicaciones prácticas, su morfología, su cultivo y su regulación legal. La confusión entre ambas ha limitado durante décadas el desarrollo de una industria del cáñamo potente, especialmente en sectores como la construcción sostenible, la alimentación o el textil. Por eso, es fundamental entender en profundidad qué los diferencia y por qué el cáñamo industrial es una de las materias primas más versátiles y prometedoras del siglo XXI.
¿Y respecto de la ‘marihuana’, que tenemos hoy día?
Para no pecar siquiera venialmente, recurramos a lo que informa sobre la marihuana la página web <<MedlinePlus>>, un sitio oficial del gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica. Pase y lea, por favor.
Marihuana medicinal
Es mejor conocida como una droga que la gente fuma o come para drogarse. La marihuana medicinal se refiere al uso de marihuana para tratar ciertas afecciones. En los Estados Unidos, más de la mitad de los estados han legalizado la marihuana para uso medicinal.
¿Para qué afecciones puede servir?
La marihuana medicinal se puede utilizar para:
- Aliviar el dolor. Esto incluye distintos tipos de dolor crónico, incluso dolor por lesiones nerviosas.
- Controlar las náuseas y los vómitos. El uso más común es para las náuseas y los vómitos provocados por la quimioterapia para el cáncer.
- Hacer que una persona sienta ganas de comer. Esto ayuda a personas que no comen suficiente y pierden peso debido a otras enfermedades, como el VIH/SIDA y el cáncer.
¿Qué padecimientos médicos califican?
Usted solo podrá obtener marihuana medicinal en EEUU si presenta ciertas afecciones. Las afecciones más comunes que se pueden tratar usando marihuana, son:
- Cáncer
- VIH/SIDA
- Convulsiones y epilepsia
- Glaucoma
- Dolor crónico grave
- Náuseas graves
- Pérdida de peso y debilidad extrema (síndrome debilitante)
- Espasmos musculares severos
- Esclerosis múltiple
En fin, visto todo lo comentado en estas líneas queda una enorme duda respecto de la “persecución legal” de la venta callejera de marihuana, ya que pareciera tratarse de un asunto fuertemente comercial más que médico, en el que el concepto ‘narco’ comienza a diluirse en los vahos de la inefable industria farmacéutica mundial.
¿Podemos calificar como ‘narcos’ a quienes venden marihuana ilegalmente, tal como calificar de ‘delincuentes peligrosos’ a quienes vendían CD’s piratas en Santiago y Valparaíso a precios bajos? Ambos constituyen delito, sin duda, pero…
Tal vez, y sólo tal vez, legalizar la producción y venta de marihuana en nuestro país logre poner coto a mafias, y a ciertos ‘agricultores’ que plantan y distribuyen cannabis urbi et orbi, así como también aniquilar el lucrativo negocio de la importación de ‘hierba’ desde Paraguay y México. Ahí están las gigantes ‘empresas’ del tráfico…narco o no narco…pero allí están ‘, esas son.
Y bueno, para finalizar digamos que este es un tema importante, sin duda, pero que aún sigue en discusión abierta en la comunidad y en las esferas legislativas y médicas chilenas, ya que la marihuana, desde su espectro delictual ‘narco’ callejero a alternativa medicinal, se está transformando (quizás, para bien) en otro fructífero negocio farmacéutico.