Origen de nombres de algunas capitales Latinoamericanas
Arturo Alejandro Muñoz
¿Qué significa México? ¿Quién le puso Buenos Aires a la capital de Argentina o Lima a la de Perú? En el caso de Hispanoamérica, muchos nombres fueron decididos por los conquistadores españoles durante la era del Nuevo Mundo. Otras veces, los topónimos de los indígenas prevalecieron.
La Habana ( Cuba)
Aunque hay varias hipótesis sobre el origen indígena de esta designación,la más aceptada sugiere que el nombre de la villa se deriva de un cacique taíno llamado Habaguanex, que controlaba la zona de su primer asentamiento.
Otras versiones consideran que proviene de la palabra taína sabana, pronunciada en el dialecto de los arahuacos occidentales cubanos como jabana la cual pasó al español actual con su significado original. Aparentemente así denominaban los aborígenes a la comarca del sur de La Habana y Matanzas, que es una gran llanura.
Tegucigalpa (Honduras)
“La ciudad de los cerros de plata”. Etimológicamente, el vocablo Tegucigalpa significa “el lugar donde está la casa de aurora”.
Otra versión asegura que el vocablo deriva de Totogalpa, lo que es una referencia a Tototi, vocablo nahuas.
Guatemala
Alrededor de 1800, el sacerdote Domingo Juarros anotó en su “Compendio de la Ciudad de Guatemala”, escribió: “Este reino tiene el nombre de Guatemala, de la voz Quauhtemali, que en la lengua mexica quiere decir palo podrido”.
Buenos Aires (Argentina)
El nombre de Buenos Aires no tiene nada que ver con la pureza de la atmósfera (a pesar de que el aire de la ciudad sea relativamente bueno). Tiene origen en su primera fundación, en 1536, cuando era sólo un fuerte. El conquistador Pedro de Mendoza le puso “Real de Nuestra Señora Santa María del Buen Ayre” en honor a la virgen de Bonaira, venerada por los navegantes. Este culto había llegado a Cádiz y Sevilla a través de los marineros de Cerdeña.
Sucre y La Paz (Bolivia)
Bolivia es un país con dos capitales: Sucre, según la constitución, y La Paz, capital de facto y sede del gobierno. Ambas se sublevaron en 1809 y fueron el punto de arranque de las guerras de independencia de Hispanoamérica. Con la república, la ciudad que hasta entonces se conocía como Chuquisaca tomó el nombre del libertador Antonio José de Sucre. “Nuestra Señora de La Paz” mantuvo el nombre religioso impuesto por el fundador Alonso de Mendoza en 1548.
Santiago de Chile (Chile)
En los últimos años, Santiago se ha posicionado como una de las grandes capitales modernas de Latinoamérica. La ciudad fue fundada en 1541 por el extremeño Pedro de Valdivia como capital de Nueva Extremadura, el nombre español de Chile durante la época colonial (que no prevaleció con el Virreinato del Perú). Valdivia le puso “Santiago de la Nueva Extremadura” en honor al Apóstol Santiago, patrono de España.
Bogotá (Colombia)
Llevamos tres nombres religiosos y Bogotá es una excepción, pero no lo ha sido siempre. Durante su fundación jurídica en 1539, los españoles le pusieron Santa Fe. Por la necesidad de distinguirla de otras ciudades con el mismo nombre, se la conocía extraoficialmente como Santafé de Bogotá, el nombre indígena de la que fuera capital del pueblo muisca. Proviene de Bacatá, “cercado fuera de la labranza”.
Quito (Ecuador)
Los arqueólogos creen que Quito ha sido habitada a lo largo de milenios. La tribu de los quitu ocuparon la zona desde el 500 d. C. hasta que fueron conquistados por los quechuas. Hay varias teorías sobre la etimología de “quitu”. Algunos filólogos creen que proviene de la lengua cha’fiki y significa “tierra en la mitad del mundo”, lo que demostraría un dominio asombroso de la cosmología.
Ciudad de México (México)
El origen de México se confunde entre la leyenda y la historia. Los mexicas (es decir, los aztecas) fundaron su capital en el centro de Anahuac, el Valle de México. Se creía que el significado de México en náhuatl era “ombligo de la luna” en referencia al centro del valle, pero los filólogos están convencidos de que en realidad deriva de Mexihtli, otro nombre para Huitzilopochtli —el equivalente azteca al dios Marte de los romanos (dios de la guerra).
Panamá (Panamá)
Panamá es otra de las capitales latinoamericanas que se han convertido en una potencia y que gozan de una gran calidad de vida. El nombre proviene de los indios cueva, que desaparecieron tras la conquista española de Pedro Arias Dávila en 1519. Se cree que Panamá (que es una españolización del topónimo original Paianaíma) significa “abundancia de pescado y mariposas”.
Asunción (Paraguay)
El fuerte español que dio origen a Asunción fue erigido en 1537 tras una alianza con el pueblo de los carios, los indios guaraníes que habitaban el río Paraguay. En 1541 se fundó oficialmente como “La Muy Noble y Leal Ciudad de Nuestra Señora Santa María de la Asunción”. El nombre proviene de la advocación a la asunción de la virgen. La antigua Asunción es conocida como la “Madre de las Ciudades” porque desde allí partieron las expediciones de la segunda fundación de Buenos Aires y otras ciudades del cono sur.
Lima (Perú)
Los españoles fundaron Lima en enero de 1535 y la llamaron “Ciudad de los Reyes”, por la proximidad al día de los Reyes Magos (por eso el escudo de la ciudad tiene tres coronas). Sin embargo, para los indígenas era una zona agrícola conocida como Limaq (la pronunciación quechua del río Rimaq) y ese fue el nombre que prevaleció. Hace referencia al valle cercado de los Ichma.
Montevideo (Uruguay)
Se sabe que “Monte” es una referencia al cerro de la bahía de Montevideo. Sin embargo, el significado de “video” enfrenta a los filólogos. Es muy extendida la leyenda de que un marino de la expedición de Fernando de Magallanes gritó “¡he visto un monte!” (monte vide eu en portugués antiguo) al divisar el cerro. También puede ser el acrónimo de “Monte VI De Este a Oeste”, una anotación de los españoles para distinguir al cerro de los cinco anteriores que se ven navegando el Río de la Plata de este a oeste.
Caracas (Venezuela)
Los caracas fueron una tribu que habitaba uno de los valles costeros al norte de la actual ciudad. Eran conocidos por los españoles, que se asentaron en la isla de Cubagua al descubrir grandes yacimientos de perlas durante el siglo XVI. Así fue como acabó adoptándose el término “Caracas” para referirse a toda la zona en general.