¿Por qué el Papa León XIV no denuncia el genocidio en Gaza?

 ¿Por qué el Papa León XIV no denuncia el genocidio en Gaza?
¿Por qué el Papa León XIV no denuncia el genocidio en Gaza?

La negativa del papa León XIV a reconocer el genocidio en Gaza marca una ruptura preocupante con la postura más comprometida de su predecesor, el papa Francisco, quien había denunciado abiertamente este genocidio perpetrado por la entidad sionista.

Mientras que el papa Francisco no dudaba en nombrar claramente los crímenes que ocurrían en Gaza y en llamar a una justicia verdadera para los palestinos, León XIV elige por el contrario adoptar una postura de evasión y de prudencia jurídica que raya en la indiferencia frente al sufrimiento humano.

Esta negativa a realizar dicha calificación, aunque justificada por el papa como una cuestión sujeta a investigaciones internacionales, traduce no obstante un silencio culpable que debilita la fuerza moral de la Iglesia católica en la defensa de los derechos humanos.

Mientras el drama humanitario en Gaza está documentado, con miles de civiles muertos, desplazados, privados de agua, comida y atención médica, León XIV se abstiene, lo que contribuye a reforzar un clima de impunidad.

La nacionalidad estadounidense de León XIV no puede ser ignorada en este análisis. Nacido en Chicago, con profundas raíces en Estados Unidos, uno puede legítimamente cuestionarse sobre la influencia política e ideológica que Washington, y en particular grupos influyentes como el American Jewish Committee (AJC), podrían ejercer sobre él. El AJC es una organización poderosa que defiende los intereses pro-israelíes en Estados Unidos y que actúa entre bastidores para moldear los discursos y las posiciones de figuras influyentes en la escena internacional.

León XIV parece por tanto atrapado entre su rol espiritual y las realidades geopolíticas de las que no puede sustraerse.

Su silencio sobre el reconocimiento del genocidio en Gaza podría interpretarse como una alineación, voluntaria o no, con la línea política estadounidense dominante que también se niega a emplear este término.

Así, la Iglesia católica bajo su mandato arriesga perder su vocación profética y universal, reduciéndose a un actor diplomático con concesiones demasiado marcadas.

Este desfase con el difunto Papa Francisco, quien había mostrado una verdadera audacia moral al denunciar explícitamente el genocidio, representa un retroceso en la defensa de los oprimidos y pone en tela de juicio la credibilidad del Vaticano en la escena de los derechos humanos.

Es imperativo que el papa León XIV rompa con esta prudencia que roza la complicidad por omisión y reafirme la misión moral de la Iglesia, plenamente comprometida con la justicia, la verdad y la dignidad humana.

Por Abdel Boudemagh


Fuente: algerie54.dz
20 de septiembre de 2025
Traducción de Infosurglobal

Infosurglobal

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